República Dominicana – All included III

martes, 24 de septiembre de 2013

De lo mejor de la semana fue una cena que contratamos en la playa. Se paga aparte, nos costó 35 dólares por persona tras negociar el precio al ser un grupo numeroso, y estuvo muy, muy bien. Consistía en un cocktail de gambas (mediocre), una sopa de cebolla (buena) y una langosta a la plancha para cada uno (una maravilla). El postre de fresa dejaba mucho que desear, pero esa cena, con botella de cava para cada dos, en la playa, bajo las palmeras y a la luz de la luna y las velas, fue una pasada. Para terminar el día estuvimos en una fiesta en la playa que organizaba el hotel, se ambientó mucho y lo pasamos en grande.

Cena en la playa en el hotel Be live Canoa

Cena en la playa en el hotel Be live Canoa

Cena en la playa en el hotel Be live Canoa

Tal y como hemos comentado, el hotel está bastante bien (4 estrellas con buena relación calidad precio), pero dentro del mismo hay un club exclusivo para italianos que merece una mención especial, el “Veraclub”.

El Veraclub es una zona reservada para un grupo reducido de clientes (los italianos), a la que puede ir a comer y beber el resto, aunque con algunas reservas. La cuestión es que nos informamos y nos dejaron claro unas horas antes de la cena, que no era necesario reservar. Sin embargo, cuando estábamos ya sentados, el encargado (que no sabemos si tiene algún puesto importante en el hotel o solamente se las da de ello), nos comentó que teníamos que haber avisado, que eramos muchos y bla, bla, bla. La verdad es que nos topamos con las pegas de este caballero varias veces a lo largo de nuestra estancia, era el aguafiestas number one, menos mal que nos lo tomamos a risa...

Este club incluye, claro está, un restaurante italiano, espectáculo sólo para italianos, además de sus propios animadores y actividades. De hecho, en los extremos de la playa del hotel, están las estaciones marítimas con todas las actividades disponibles, una de ellas, exclusiva para italianos y la otra para el resto. Es curioso ver cómo dentro del mismo hotel hay una zona dedicada a determinados clientes y no por cuestión de precio por habitación, algo que sí se entendería.

Nosotros cenamos y comimos un par de días en el Veraclub. No está mal, pero no os esperéis una comida maravillosa, es un poco más de lo mismo. Pasta normalita y pizzas sólo algo mejores que en el buffet general, aunque por los aires que se daba el cocinero, parecía que estábamos en el mejor ristorante de Roma. Por cierto, el vino no servía ni para echarle gaseosa, horrible de verdad.


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República Dominicana – All included II

viernes, 13 de septiembre de 2013

Nosotros también pensábamos, antes de vivirlo, que en una semana con este plan, te terminabas aburriendo. Una vez disfrutado, os diremos que todo lo contrario: lo pasamos en grande.

Nuestro hotel Be Live Canoa (4 estrellas) tenía algunas carencias, como la falta de ascensor hasta la habitación (2 plantas), pero tenía muchísimas cosas buenas a destacar.




En la habitación, encontramos una cesta de frutas junto a una botella de Brugal extra viejo… ¡¡bienvenidos a la República Dominicana!!


 El hotel tenía de todo: empezaremos comentando los bares y restaurantes.

El desayuno buffet es bastante bueno, con deliciosos zumos naturales, plancha para tortillas recién hechas y variedad de dulce y salado. Para las comidas y cenas puedes alternar entre varios restaurantes: japonés, mexicano-brasileño (cada día cambia la especialidad; el mexicano nos gustó especialmente) e italiano; esto hace que puedas descansar del buffet general que siempre está disponible. Además, entre horas, abre el snack bar, en el que a base de pizzas, hamburguesas y perritos calientes puedes calmar el hambre si te cerraron el resto (nosotros, la primera noche cenamos en el Snack bar, pues llegamos al hotel pasadas las 10 pm).

Y para bajar la comida habrá que beber algo, ¿no? El bar de la piscina abierto durante todo el día y el bar-terraza junto a la recepción, por la noche, son perfectos para probar todo tipo de cocktails y copas. El único problema de las copas es que las sirven con trozos pequeños de hielo, lo que hace que queden aguadas rápidamente, algo que parece habitual en la zona, pero no había problema, te pedías otra y ya está. Los cocktails, una maravilla, a destacar la piña colada y el cocoloco. Todo esto, en un entorno maravilloso.





La discoteca del hotel no es gran cosa y no se ambienta demasiado, pero hay discotecas cercanas a las que se puede ir en autobús gratuito del propio establecimiento. Nosotros no fuimos, porque las bebida en nuestro hotel estaba incluida y formábamos un grupo suficientemente numeroso para ambientar cualquier terraza del hotel.


Por si no fuese suficiente, si te aburres de repetir el recorrido oficial de “playa turquesa, piscina, cocktail, jacuzzi y tumbona”, tienes a tu disposición muchas actividades incluidas: gimnasio con entrenador personal, kayak, mini-catamarán, ping pong, mini golf, petanca, tiro con arco, tenis, baloncesto, voley playa… entretenimientos de todo tipo, eso sí, ¡¡piña colada en mano!!





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República Dominicana – All included I

martes, 3 de septiembre de 2013

¡Hola de nuevo! Tras haber vivido en primera persona el típico viaje con todo incluido en República Dominicana, es hora de contaros nuestra experiencia y opinión al respecto.

Nunca nos había llamado la atención hacer este tipo de viaje, sobre todo porque nos queda mucho mundo por conocer y el tiempo para recorrerlo es limitado, por eso salía siempre como perdedor en la elección de un nuevo destino y lo dejábamos para otra ocasión. Y qué mejor ocasión que la boda de unos buenos amigos en el precioso paraje de los altos del Chavón para disfrutar en grupo de una semana “con pulserita” en el Caribe.


Iglesia Altos del Chavón

El vuelo directo al aeropuerto de Punta Cana desde Madrid tiene una duración de 7 horas y media que no se hicieron demasiado pesadas, a pesar de que el avión de Air Europa no tenía pantalla individual para alternar ratos de sueño y entretenimiento a gusto del pasajero, una pena.

La época del año no pudimos elegirla (la boda tenía fecha) y, por supuesto, no hubiese sido la elegida, al encontrarse en temporada de huracanes (del 01 de junio al 30 de noviembre) y la posibilidad de que nos tocase sufrir alguna tormenta tropical. Nos arriesgamos y la verdad es que salió muy bien. El tiempo durante toda la semana fue muy bueno (primera semana de agosto), buena temperatura, nubes y claros (se agradecía de vez en cuando alguna nube para no morir achicharrados) y tan sólo un par de lluvias ocasionales por la noche.

Lo primero que notamos al aterrizar fue la gran humedad del ambiente; luego comprobamos que era cierto que para entrar al país hay que pagar 10 dólares o 10 euros (así de bien hacen el cambio...). A la salida se pagan 20 dólares o 20 euros, ya íbamos avisados. Os recomendamos que llevéis dólares en efectivo, pues es la moneda de referencia para la mayor parte de los precios.

Nosotros llevábamos dólares desde España y también cambiamos allí algunos euros a pesos dominicanos, para pequeñas compras.

Tras la recogida de maletas fuimos en el autobús de la tour operadora Travelplan hasta nuestro hotel Be Live Canoa (4 estrellas) en Bayahíbe, La Romana (1 hora de trayecto).



El hotel lo reservamos en esta zona menos conocida que Bávaro o Punta Cana por la cercanía al lugar de la boda. Tiene menos concentración de hoteles, pero una playa caribeña igualmente alucinante.


Playa de Bayahíbe

Playa de Bayahíbe

Playa de Bayahíbe

En esta zona, hay mejores hoteles, pero el presupuesto se disparaba demasiado. Si os lo podéis permitir, echadle un vistazo al hotel Iberostar Hacienda Dominicus.


Así empezaba una semana de sol, playa, piscina, ron, baile, cocktails, catamarán, siestas… ¡unas verdaderas vacaciones!


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