Tailandia-Camboya: Mr. Vanny

sábado, 29 de marzo de 2014

No podemos hablar de Camboya y Siem Reap sin dedicar un post a Vanny, nuestro “tuktukero” allí. Encontramos referencias suyas (todas positivas) en el foro de “LosViajeros”, y como necesitábamos a alguien que nos llevara a Angkor en los días que íbamos a pasar allí, nos decidimos a escribirle un mail a su dirección, na_vanny@yahoo.com. Nos contestó rápidamente que tenía disponibilidad y que nos recogería en el aeropuerto. Fue increíble pisar suelo camboyano por primera vez y ver a una persona sonriendo con un cartel con mi nombre, jaja.


Vanny no nos decepcionó. Habla inglés perfectamente y algo de francés, es muy fácil entenderse con él. Nos llevó al hotel y allí mismo pactamos el plan para los siguientes días. Durante este tiempo nos hizo recomendaciones y sugerencias de sitios a los que ir y posibles itinerarios que no nos defraudaron en ningún momento. A la hora que nos decía, puntualmente, estaba siempre esperándonos con su sonrisa en la puerta del hotel.

En Angkor nos dejaba en el camino de entrada de cada templo y nos esperaba a la vuelta con agua fresquita, ¡una bendición! El día que fuimos al amanecer, allí estaba el pobre a las cinco de la mañana en su tuk tuk dándonos los buenos días y con más ánimo que nosotros.
Fueron cuatro días a nuestra disposición incluyendo los trayectos al aeropuerto de ida y de vuelta, y sólo nos cobró 60$. Además, uno de los días nos llevó a un pueblo flotante bastante más alejado. Yo creo que merece la pena y mucho.

Le dijimos que íbamos a recomendar sus servicios a todo el que fuese para Camboya y, por supuesto, en nuestro blog, así que aquí estamos.

Thank you so much for everything, Vanny. We won’t forget you! 

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Tailandia-Camboya: Ayutthaya

domingo, 16 de marzo de 2014

De los cuatro días que estuvimos en Bangkok, una mañana la dedicamos a visitar Ayutthaya 
la antigua capital de Siam, a unos 80 km. de la capital. 

La mejor forma de ir es en tren. Hay trenes cada hora desde la estación de Hualamphong
puedes comprar el billete allí mismo. Los hay de 1ª, 2ª y 3ª clase. El de 2ª está bien, tiene aire
acondicionado y vale unos 5 o 6 euros al cambio. El trayecto dura 1:45. 

En la estación pudimos asistir a algo sobre lo que habíamos leído, pero que aún no habíamos
presenciado. En los lugares públicos, a las 8 de la mañana, suena el himno nacional y todo
el mundo deja lo que está haciendo para ponerse de pie muy serio y escucharlo. A las 6 de la
tarde lo vuelven a hacer. Fue muy curioso. También lo son los asientos reservados para
monjes que hay por todas partes, ya sea dentro de los autobuses, en los aeropuertos, sitios
públicos, etc.


Al llegar a Ayutthaya y salir de la estación verás muchos tuktuks alrededor esperando a que
los contrates. Es, sin duda, la mejor opción para visitar los templos. Tienen todos un precio
fijo, 200 bath/hora y pactas previamente los templos que vas a ver. Nosotros cogimos al 
primero que se nos acercó (y el más reventado, para más señas, luego os contaremos...).


También hay otros medios para hacer la visita. Si decides alquilar una bicicleta, el precio es
40 bath al día, pero no lo recomendamos, hace mucho calor y las distancias son largas. 

No hay una entrada conjunta para todo, hay que ir comprándolas en cada sitio y los precios
están entre los 20 y 60 baths. Se tarda unas tres o cuatro horas, dependiendo de los templos
que se vaya a ver. Algunos están alejados del complejo. El horario es de 8 a 18. Nosotros
vimos estos:

Wat Yai Chaya Mongkol: El más bonito de todos. La estampa típica de Ayutthaya, con 
cientos de estatuas de Buda vestidas con túnicas amarillas. Hicimos muchísimas fotos.




Wat Maha That: famoso por la foto de la cabeza de Buda entre las ramas de un árbol.


Templo de Ayutthaya

Viharn Phra Mongkol Bophit: una copia del Gran Palacio de Bangkok que alberga una
enorme escultura de buda, de las más grandes de Tailandia.
Wat Phra Si Sanphet: imponentes chedis que contienen las cenizas de varios reyes de
Siam.
Wat Phra Ram o el templo de la mazorca de oro.

Una de las anécdotas del día fue que nuestro flamante tuktuk se quedó tirado justo cuando
estábamos cruzando la vía del tren. Yo no me lo podía creer, jaja. Tuvimos que bajarnos con el
conductor empujar, junto con un espontáneo que se nos unió por allí. Seguimos empujando
hasta llegar a la gasolinera más próxima, que estaba al lado, afortunadamente. Allí el
conductor nos pidió que le pagáramos para poder echar gasolina. Cosas que pasan en
Tailandia...

A la vuelta decidimos coger un billete de tercera, que valía algo así como 50 céntimos de euro,
tirado. La verdad es que era bastante más incómodo, había ventiladores pero hacía
muchísimo calor y no estaba precisamente limpio, pero bueno, fue una experiencia.