Nos vamos a la República Dominicana!!

lunes, 29 de julio de 2013

Pues sí, tenemos nuevo destino en Recién Viajados: nos vamos a la República Dominicana.
Quizá este destino no estaba entre nuestras prioridades para los próximos años, pero esta vez tenemos excusa: unos amigos se casan allí, así que, ¿qué remedio? Vamos a sufrir durante una semana en el Caribe, jeje.

Este viaje ha sido organizado con menos tiempo del que solemos disponer porque, por razones de trabajo, no hemos podido confirmar que íbamos hasta dos meses antes; pero como es un paquete estándar, pues eso que nos ahorramos. A ver si me entendéis, disfruto muchísimo organizando nuestros viajes, buscando la ruta, cosas que ver, haciendo nuestras guías DIY en definitiva. Pero, de vez en cuando (y sin que sirva de precedente), también está bien ir a algún sitio en el que no haya que pensar, sólo tumbarse en la playa con un cóctel en la mano y decidir a dónde vamos de excursión el día siguiente.

Vamos a la zona de La Romana porque la boda de celebra en la Casa de Campo, así que no nos valía cualquiera de las ofertas a Punta Cana o Bávaro. Por suerte, hemos podido alojarnos todos los invitados, la familia y los novios en el mismo hotel, el Be Live Canoa, en Bayahíbe. Nosotros ya hemos estado en un Be Live, concretamente en el de Saïdia (Marruecos) y nos gustó bastante. Ya os contaremos cómo está éste.

Por supuesto que he buscado cosas en internet, jaja, sobre todo relativas al tiempo y a las excursiones. Agosto no es precisamente el mejor mes para ir al Caribe, así que estoy haciendo un ejercicio de resignación y paciencia de manera anticipada para no entrar en cólera cuando me llueva día sí y día también. Con que no haya ningún huracán y, a poder ser, ninguna tormenta tropical, me conformaría… Ainsss.

Respecto a las excursiones, la que más recomiendan es la de isla Saona. No hay más que entrar en internet y ver fotos para que se te caiga la baba. Si el tiempo nos acompaña, intentaremos hacerla y no sé si alguna más (a mí me gustaría ver Santo Domingo, pero todo se andará, que somos muchos y hay que organizarse).


Desde luego, el principal atractivo de este viaje va a ser poder asistir a la boda y estar con nuestros amigos durante una semana de relax y pasándolo bien. Prometemos contároslo a la vuelta. Que el tiempo nos acompañe!!!

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Misa Gospel en Harlem - NYC

miércoles, 24 de julio de 2013

En NYC, siempre tendréis alguna actividad recomendable por hacer. Una de ellas es asistir y disfrutar de una auténtica misa gospel en el barrio de Harlem; nosotros lo hicimos y, sin duda, merece la pena, no os lo perdáis.


Harlem se encuentra al norte de Manhattan, por encima de Central park. La manera más cómoda de llegar es en metro, en cualquiera de las líneas con dirección norte. Nosotros nos bajamos en la calle 125. En cuanto sales a la superficie, compruebas que has cambiado de barrio y al ser domingo por la mañana, verás a los vecinos con sus mejores galas dirección a su iglesia, comienza su ritual.

Nos decidimos por una iglesia en concreto, The Greater Refuge Temple, ya que nos la habían recomendado y sin conocer el resto, lo tuvimos claro. Hay muchas otras, pero estuvimos en esta. Está en la 125 con la 7th Ave (2081 Adam Clayton Powell Junior Boulevard New York, NY 10027).

No debéis llegar tarde, pues muchos turistas tendrán la misma intención que vosotros y el sitio reservado para visitantes es limitado. En la puerta, un encargado os indicará dónde os podéis sentar y cuáles son los asientos reservados para los vecinos y participantes. A los turistas nos colocan en el piso superior, pero no os preocupéis, desde arriba disfrutaréis de todo.

La música en vivo, la forma en que lo viven, el vestuario de todos los asistentes y otros muchos detalles, hacen de esta misa un gran espectáculo. No tenemos documentos gráficos, porque no lo permiten, aunque en Internet podréis ver vídeos para iros haciendo a la idea.

La entrada fue gratuita, aunque aprovechan de vez en cuando para pasar el cestillo recogiendo la voluntad. Puedes donar lo que consideres oportuno, así que no te preocupes y echa lo que te parezca bien, no te sientas obligado a echar todas las veces, serán muchas las que pasen recaudando jajaja (nosotros echamos un par de veces).

La misa es muy larga pero tan divertida que no se hace pesada. Nosotros estuvimos casi dos horas y abandonamos sin ningún problema entre canción y canción.


No lo dudéis, es un gran plan para el domingo por la mañana. Aleluya!!



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El mejor viaje

sábado, 20 de julio de 2013

Hoy voy a escribir un post algo especial y es que justo hace un año me comprometí a hacer el mejor viaje de mi vida.
Quien me conozca sabrá que no soy muy dada a expresar estas cosas en público, pero nuestro primer aniversario es una buena ocasión para cambiar las costumbres.
Como dijo Mark Twain y hoy hace un año nos recordó un buen amigo “He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él”.
Después de varios años a tu lado y con muchos kilómetros y países a nuestras espaldas, puedo decir que he encontrado al mejor compañero de viaje posible, al que me hace sentir en casa con estar a mi lado. Contigo no hay fronteras, retrasos, visados ni jet lags que me detengan. Si estamos juntos siento que tenemos el mundo a nuestros pies. Sólo me faltan cien vidas a tu lado para recorrerlo, porque con una no me basta.

Gracias por caminar conmigo



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Dónde comer en NYC? The last one: dulces

jueves, 18 de julio de 2013

¡Y todavía no hemos hablado de cosas dulces! Bueno, el helado raruno de Chinatown no cuenta…
Por básico que fuera el desayuno, los muffins que nos daban en la cafetería de al lado del hotel junto con un café estaban buenísimos. Los mejores eran los de limón con semillas de amapola.


Teníamos apuntado en nuestra guía DIY con letras rojas y bien grandes ir a Eileen's Cheesecake a probar sus maravillosas tartas. Una tarde que estábamos por la zona (está cerca de Little Italy), nos pasamos. La tienda es muy pequeñita, con apenas algunos bancos arrimados una barra a lo largo de la pared, pero cuando te acercas al mostrador se te hace la boca agua.

Yo me temía que tuviéramos que comprar una tarta entera, como le pasó a Ni, de Maniatados (no dejéis de ver su blog) porque no venden porciones; pero últimamente están haciendo tartitas de tamaño individual, así que no tuvimos problema (si podemos llamar problema a comernos una deliciosa New York Cheesecake entre los dos). Yo me pedí una de chocolate y A de las clásicas, de fresa. Estaban a cuál más buena, ¡increíbles! Si pasáis por allí, no lo dudéis.

Otro capítulo fueron los donuts de Krispy Kreme. Nos los había recomendado mi cuñado, experto en guarrerías de este tipo como nosotros y con una larga experiencia a sus espaldas viviendo en México, EE.UU y Canadá. Antes de llegar a NYC lo busqué, y el único sitio donde los vendían recién hechos era en Penn Station. No teníamos pensado ir allí expresamente a por donuts (no somos tan "frikis", jaja), pero las circunstancias se desarrollaron de tal modo que el bus que tenía que llevarnos esa mañana a Washington DC nos dejó tirados a nosotros y a unos cuantos más y nos quedáramos sin visita (GotoBus se llamaban, los muy...). Después del cabreo inicial, como era muy temprano y no podíamos hacer otra cosa que desayunar, fuimos al puesto, compramos una caja enorme con todos los que se nos antojaron y una taza para mi cuñado, para agradecerle el  maravilloso descubrimiento. Nos fuimos de vuelta al hotel, pillamos los cafés de la cafetería de abajo y nos subimos a la habitación a disfrutarlos. ¡Fantásticos! Los mejores donuts que hemos probado en la vida. Cuando hemos vuelto a EEUU hemos intentado buscarlos. Lo único que encontramos fue en Las Vegas una cajita de agujeros de donuts Krispy Kreme, buenos, pero nada que ver con los recién hechos. Además, comértelos a media tarde y con 40 grados a la sombra no tiene la misma gracia…


Siguiendo con los dulces, también somos muy “fans” (que es más aún que ser fan) de los batidos del Johnny Rocket’s. Los descubrimos justo en Nueva York, una tarde que nos cogimos unas bicis para pasear por South Street Seaport. Como considerábamos que ya habíamos quemado demasiadas calorías, aparcamos las bicis y nos pedimos cada uno un batido de litro y medio y 1500 calorías (o eso era lo que decía la carta). Yo creo que las tenía y casi morimos en el intento, pero mereció la pena. El mío era de vainilla y oreo y el de A de fresa y plátano. Te ponían un vaso enorme y luego el cacharrito de la batidora donde lo hacen con otro porte tal cual el anterior. Buenísimos. En otro viaje, en Santa Mónica, hicimos la misma jugada, pero compartiendo, que ya tenemos una edad, jajaja.


Os preguntaréis si después de este periplo gastronómico por NYC no volvimos a España rodando, y he de deciros que no. Caminamos tanto, tanto, que a nuestro regreso estábamos tal cual, no habíamos perdido peso, pero tampoco engordado. ¡Todo un logro viniendo de “guarradasland”! Y eso que no hemos hablado de los perritos del Gray's Papapaya, las porciones de pizza a 75 centavos, los restaurantes mexicanos en el sótano de un edificio cutre, etc.

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Dónde comer en NYC. Part five: Chinatown

jueves, 11 de julio de 2013

Siguiendo con nuestro recorrido por los sitios para comer que visitamos en Nueva York, hoy queremos detenernos en el famoso barrio de Chinatown.



En Chinatown hay mil y un restaurantes, unos más auténticos que otros y unos con bastante mejor pinta que otros... He de decir que, como en el resto de los sitios, antes de decidir uno, busqué bastante en internet y por fin encontré un sitio que recomendaban en varias webs: el Joe's Shanghay Restaurant, en 9 Pell Street.

No sé cuál es la razón, pero no me entusiasmó en general comer en este barrio. Bueno, quizá sí me puedo hacer una idea: llevaba el estómago rebotado después de deambular por sus calles, tiendas y puestos. No somos especialmente escrupulosos ninguno de los dos, por eso aún hoy me cuesta entender por qué Chinatown me dio tanta “cosica”, jaja. No es la primera vez que íbamos a un barrio chino en el que comíamos en lo que nosotros llamamos “chinos para chinos”. Ya los habíamos probado antes en Londres, Ámsterdam, Frankfurt y después varios en Madrid; por lo general, nos suelen gustar mucho, nada que ver con los chinos españolizados (que también nos encantan, dicho sea de paso). Pero imagino que fue el olor que lo impregnaba todo lo que me fue revolviendo el estómago e hizo que luego no me sentara nada bien la comida.



Como he dicho, a la hora de comer fuimos a Joe's Shanghay. Tenía pinta de restaurante chino normal y corriente, pero un poco más “guarrete”. Nos sentaron en una mesa muy pequeñita para dos que estaba embutida entre un contenedor de basura (lo juro) y otra mesa igual con una parejita de chinos que no paraba de pelar langostinos y de lanzar las cáscaras por doquier (por toda su mesa  y alrededores). Como veréis, las circunstancias no eran las más propicias para disfrutar del almuerzo.



La comida en sí estuvo bastante buena. Nada más llegar, nos ofrecieron té y nos dieron la carta. Habíamos leído que los dumplings eran lo mejor, así que nos decidimos con unos variaditos como entrante, y luego pedimos un par de principales. Como en todos los chinos, ya sean para chinos o para españolitos, las raciones eran muy generosas y, repito, estaban buenas. No recuerdo exactamente cuánto costó, pero no fue caro.



A la salida buscamos la heladería Chinatown Ice Cream Factory, en 65 Bayard Street, de la que también habíamos leído varias recomendaciones. Merece la pena ir por ver la gran variedad de sabores, muchos de ellos totalmente desconocidos e impensables en las nuestras. Yo pedí uno de jengibre (soy adicta), pero no me gustó nada. No sé si por lo que os decía del estómago raruno o porque no era gran cosa.

Con todo esto no quiero que dejéis de ir a Chinatown. Es parada obligatoria! Un sitio que sorprende e inunda todos los sentidos, jajaja. Seguro que hay mil sitios estupendos en los que comer, no hay más que investigarlo un poco. Si no, siempre os quedará ese Mc Donald’s tan pintoresco que tienen. O Little Italy, que está al lado.

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Dónde comer en NYC? Part four: Little Italy

miércoles, 3 de julio de 2013



Estamos cansinitos con la comida, eh? Pero hoy os vamos a contar algo más. Little Italy bien merece la pena una visita, sobre todo, antes de que sea definitivamente engullido por Chinatown.

A estas alturas, está más que explotado para el turismo, no nos vamos a engañar, pero no deja de ser curioso, y pueden encontrarse algunos buenos restaurantes italianos en las escasas calles que lo componen, además de algunas cosas curiosas...

Nosotros fuimos a mediados de septiembre, coincidiendo con las fiestas de su patrón, San Genaro, el día 19. Por eso, durante esos días, tenía aún más movimiento, con muchos puestos, farolillos y música ambiente. En los puestecillos podías encontrar todo tipo de delicatessen como galletas oreo rebozadas y fritas, ¿por qué? ¿por quéeeee??? Esto pasa a formar parte de los grandes misterios de la gastronomía internacional, como lo de los Mars también rebozados y fritos, tan populares en Escocia. ¿Es realmente necesario esto? ¿No son ya suficientemente caloríficos a la par que empalagosos? Bueno, si alguien conoce la respuesta, le agradezco que conteste al post.


Siguiendo con la "gastronomía", nos habían recomendado el Lombardi's, en 32 Spring St., como ya os comentamos en un post anterior. Dicen que fue la primera pizzería de Nueva York. Sugerimos pedir una pequeña para compartir, porque son descomunales, pero están buenísimas. Nosotros elegimos la más "ligerita", la de albóndigas y salchicha italiana, casi na! Nota: atención a la camiseta de A, "Your pizza has arrived", no puede ser más adecuada, jajaja.


Coincidió que estuvimos por Little Italy el día que se celebró el décimo aniversario del 11S, y había muchísimos policías y bomberos llegados de todas partes que, pasada la celebración oficial, se echaron a la calle. Ya era media tarde cuando encontramos esta estampa y no pudimos resistirnos a fotografiarla. Con ella os dejamos:






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