El metro de NYC

miércoles, 15 de mayo de 2013

Tenemos tantas cosas de las que hablar sobre NYC que no sé por dónde empezar! Pero empezaré por una que es de las primeras que te tropiezas y de las que más llaman la atención: el metro, jajaja.

De entrada hay que decir que es un poco caótico. Nosotros lo llevábamos bien estudiado (o eso creíamos), ya sabíamos que había trenes locales (que paran en todas las paradas de la línea) y exprés (que sólo paran en algunas). Eso es fácil. En el plano las paradas de los exprés vienen marcadas con un punto blanco en lugar de negro, y en el mismo tren lo pone. También sabíamos que no todas las bocas valen para los dos sentidos. Debes tener claro si vas en sentido uptown (hacia el norte) o downtown (hacia el sur). Y por la misma parada pasan varias líneas, no hay que despistarse.



También habíamos mirado lo de la metrocard, muy útil porque vale tanto para metro como para bus, y también para el airtrain que tendréis que coger para llegar desde el aeropuerto JFK a la ciudad.

La teoría está muy bien y es muy recomendable, pero otra cosa muy distinta es verlo y sufrirlo, jajaja. ¡No os imagináis lo que se aprende a apreciar el metro de Madrid cuando vas fuera, y más en Nueva York! La red metropolitana tiene más de un siglo y, creedme, se nota. Las estaciones son viejunas y con bastante mala pinta. De vez en cuando y con suerte, te cruzas con roedores tamaño XXL. Tiene ventajas como que está abierto todo el día, pero da bastante mal rollo cogerlo según a qué horas; aunque nosotros lo cogimos, ¡viva la aventura!.

Otro tema es el sistema de información que tienen... Es increíble que en uno de los mayores metros del mundo te comuniquen cierres de líneas o cambios de recorrido con un folio puerco escrito con bolígrafo y pegado con fixo en una columna. Esto vale igualmente para comunicarte que una boca está cerrada, cosa bastante frecuente por la noche. Da igual que estés reventado después de caminar durante todo el día, cuando por fin encuentras la boca de la línea que necesitas y en el sentido que vas, te anuncian en un papel cuadriculado colgando de la barandilla que está cerrada. ¡Ahora ponte a buscar otra! Con todo y con eso, nosotros no nos despistamos demasiado..., al final te acabas acostumbrando.

Todo lo que he dicho hasta ahora del metro de NYC es malo, pero tengo que admitir que sus ventajas superan lo negativo. Es la forma más cómoda, rápida y barata de moverte por la ciudad y es parte muy importante de ella. Nunca te aburres en un trayecto; sólo tienes que mirar alrededor e intentar averiguar de qué raza u origen es la gente que te rodea. No sé dónde leí una vez que en un vagón del metro de NYC puedes encontrar personas de todas partes, y es totalmente cierto. También lo es que es imposible que ninguno de ellos lleve un refresco, zumo, batido, café o lo que sea en la mano, jaja. Eso sí, ahora ya no de tamaño XL, que están prohibidos.

Hasta la próxima!



Imprimir

2 comentarios:

Ni dijo...

El metro de NY. Yo me vi en un follón... Dejé la ciudad aun sin enterarme de cómo funcionaba, en parte porque me pateé Manhattan de punta a punta.
¡Mas posts, más posts!

A-M dijo...

Jajajaja, sí, nosotros también pateamos mucho, pero después de todo el día en la calle, a la vuelta, se agradecía.
Estamos en ello; ahora vienen los interesantes, los de comida!!!

Publicar un comentario

Déjanos tu comentario. Gracias.