TÚNEZ III Oasis de Chebika y desierto del Sahara

domingo, 24 de febrero de 2013

Ilusionados, afrontamos el nuevo día. Los paisajes que nos esperaban son alucinantes. Llegamos a Chebika tras atravesar una gran llanura en la que sólo vimos algunos dromedarios para finalmente disfrutar de unas vistas increíbles; este oasis es el que aparece en algunas escenas de la película “El paciente inglés”.




Después fuimos a Tamerza. Aquí vimos a un grupo de niños jugando y refrescándose en una cascada cercana. Al ser parada habitual de turistas, había puestecitos de artesanía y en uno de ellos nos enseñaron a ponernos el turbante; compramos uno.



Continuamos hacia Oung El Djemel y el camino fue una pasada: vimos espejismos, corrimos en 4x4 por el desierto, subiendo y bajando dunas muy empinadas, ¡lo pasamos en grande!. El conductor conocía tanto el terreno que no se puso el cinturón de seguridad, jaja, nosotros sí nos lo pusimos, por supuesto, pero nos divertimos mucho. Llegamos muy cerca de la frontera con Argelia y visitamos los restos del decorado de "Star Wars. Episodio I", un sitio espectacular en medio del desierto del Sáhara.





Volvimos a Nefta para ver una panorámica de su palmeral y nos fuimos al hotel a descansar, tal y como os contamos, este hotel estuvo muy bien. Por la tarde, hicimos visita guiada al palmeral (imprescindible llevar repelente de insectos). Dura poco la visita, pero gracias a la eficacia del repelente salimos sin picaduras; otros no tuvieron tanta suerte y los mosquitos hicieron de las suyas. Nos enseñaron el palmeral, comimos dátiles y fumamos hoja de palmera en pipa. Lo cierto es que están muy buenos, la producción de dátiles es importantísima y exportan al resto del mundo. Para terminar, cenamos en el hotel (incluida, tipo buffet, aceptable) y nos fuimos a descansar. Al día siguiente teníamos más visitas programadas.



 


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TÚNEZ II Inicio del circuito, Kairouan-Tozeur

sábado, 16 de febrero de 2013

La primera parada del circuito fue en Kairouan, dónde visitamos la Gran Mezquita, el mausoleo del Barbero y la medina. En la medina hicimos las primeras compras, aunque más tarde comprobamos que no nos faltarían oportunidades para realizarlas.







Tras la comida (en un restaurante cercano e incluido en el presupuesto) visitamos una fábrica de alfombras; en ella vimos cómo las hacen y nos ofrecieron muchas mientras tomábamos té. No compramos ninguna, la incomodidad para llevarla en el avión y su elevado precio hicieron que no nos lo pensáramos demasiado. Es el típico sitio al que llevan al turista para intentar venderte la alfombra, cobrar cada uno su comisión y demás; afortunadamente, no perdimos mucho tiempo allí. En este sentido, nos gustó más Marruecos donde recientemente compramos un kilim muy bonito y a buen precio, tras una larga negociación en la que terminamos pagando un 20% del precio que nos comentaron al principio.



Continuamos la ruta pasando por Gafsa hasta llegar a Tozeur, donde nos alojamos en el hotel Iberostar Palmyre, allí cenamos muy bien.


Para el día siguiente, nos ofrecieron una excursión que resultó ser de lo mejor del viaje: nos recogieron en vehículos todo terreno y fuimos a los oasis de montaña de Chebika, Tamerza y Oung El Djemel, os lo contaremos en la próxima entrada.
 


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TÚNEZ I Un gran viaje a muy buen precio

domingo, 10 de febrero de 2013



Vamos a comentaros nuestra experiencia en Túnez, un viaje muy recomendable: una semana combinando descanso en hotel de playa y circuito por el sur del país. El presupuesto aproximado son 450 euros/persona y nosotros volvimos encantados, por los lugares alucinantes que visitamos y la cultura diferente que pudimos conocer.

En general, no nos entusiasman los viajes organizados pero en este caso, nos decidimos por esta opción porque nos ofrecía garantías y comodidad en el circuito de 4 días que queríamos hacer (circuito confort).

El vuelo fue directo, rápido y cómodo, tan sólo 2 horas de Madrid a Túnez. Nada más aterrizar, pudimos comprobar lo insistentes (o pesados) que son a la hora de venderte cualquier cosa; desde la salida del aeropuerto al autobús que nos llevaría a nuestro hotel fuimos acompañados por una persona que intentaba “regalarnos” unas flores a cambio de una propina, fue sólo el principio.

El autobús era bastante antiguo pero lo peor fue el trayecto desde el aeropuerto a Hammamet (localidad de playa en la que estaba el hotel); hay una hora de camino por carretera con dos carriles para cada sentido pero tuvimos mala suerte y estaban realizando una obra a lo largo de la misma, dejando un carril y medio para cada sentido, toda una aventura. Sólo cabía un vehículo así que para adelantar a otro le pitaba y lanzaba ráfagas con las luces hasta que el de delante se apartaba a un lado, con medio coche en la carretera y otro medio en un arcén en malas condiciones, dejando sitio para ser adelantado. Era de noche y los adelantamientos del autobús a camiones fueron toda una experiencia. No os preocupéis, este fue un problema puntual por la obra que no os encontraréis.

Llegamos al hotel Iberostar Solaria más tarde del horario de la cena, pero por cortesía del hotel nos sirvieron una cena fría, en un salón que habían decorado con alguna que otra horterada; no fue una gran cena, pero suficiente. En cuanto al hotel, si estáis pensando hacer este viaje, comentaros que nos ofrecieron dos paquetes diferentes, uno (el que cogimos) cuesta 40 euros más por persona (viaje completo) y gracias a estos euros adicionales, todos los hoteles eran de superior categoría, sin duda merece la pena, sobre todo en los hoteles del circuito, no lo dudéis!! Algún componente del grupo no lo hizo así y la diferencia de calidad, limpieza y servicio era enorme entre los hoteles (nosotros teníamos hoteles de 4 y 5 estrellas de allí, en lugar de un 3 estrellas en el sur de Túnez, así que ya sabéis).


En cuanto al reparto de noches, dormimos la primera en el hotel de playa (sin tiempo de disfrutar el hotel), luego las 3 noches del circuito de 4 días por el país, terminando con 3 noches en el hotel de playa para descansar y volver relajados. Hay otras formas de repartir las noches, pero ésta nos sigue pareciendo la mejor.

Tras descansar la primera noche, nos recogieron muy temprano en la recepción del hotel en un autobús aceptable y con un guía que hablaba español bastante bien. El autobús no iba completo, así que fue muy cómodo. El grupo lo formábamos españoles, la mayoría entre 30 y 40 años; hubo muy buen ambiente entre todos.

Así empezaba el circuito de cuatro días, que os iremos contando en las próximas entradas.
 


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