Marruecos: el desierto de Erg Chebbi III

domingo, 18 de noviembre de 2012

No imaginaba que el desierto iba a dar para tanto, pero con esta entrada terminamos. Al final del día teníamos prevista otra excursión: coger los dromedarios por las dunas para ver atardecer.

Nosotros ya habíamos hecho una excursión parecida en Túnez, pero esta fue especialmente bonita.


Montar en dromedario no es que sea muy cómodo, pero tiene su encanto. Estás bastante lejos del suelo con lo cual, el miedo a caer es mayor, pero luego ves que son unos animales muy tranquilos y que no dan ningún problema.

Los guías eran unos chavales encantadores que nos hicieron unas fotos preciosas durante el camino.

Avanzamos adentrándonos en el desierto y paramos en un sitio donde dejamos a los dromedarios y subimos a una duna para ver atardecer.


Era impresionante estar rodeados de dunas que iban cambiando de color conforme iba cayendo el sol.


La arena era muy suave y era una delicia estar por allí tirado y revolcarse, jaja. Además, no nos cansábamos de hacer fotos. Miraras a donde miraras, todo era una postal.


Lo mejor de todo era la tranquilidad y el silencio que reinaba, tan solo perturbada por algún 4x4 que pasaba por allí. Asistir a la puesta de sol fue un espectáculo sobrecogedor.


Cuando el sol se escondió nos fuimos de vuelta a la kasbah. Para recuperarnos del intenso día teníamos cita para el hamman del Tombouctou, justo al lado del nuestro. Una experiencia muy recomendable.

Al día siguiente salimos temprano de camino a Tinehir.






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1 comentarios:

Unknown dijo...

Impresionantes fotos...efectivamente las vistas son de postal!

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