Tailandia-Camboya: Bangkok, cómo moverse

sábado, 18 de enero de 2014

Bangkok es una ciudad inmensa, caótica (como ya contamos aquí). El tráfico es una locura, con atascos a todas horas y miles de motos pasando por todo hueco posible (la mayoría, con más de dos pasajeros).

El transporte público tiene sus pros y sus contras. La conexión con el aeropuerto de Suvarnabhumi está muy bien, con línea directa de skytrain al centro de la ciudad. Hay dos tipos de trenes: el exprés, que pasa cada hora y va bastante más rápido y el normal, que hace algunas paradas, pero tiene mucha más frecuencia. Allí mismo en las máquinas compras la entrada, una fichita roja que debes conservar hasta el final del viaje. La última parada es Phaya Thai, en el centro y con conexión al skytrain regular.

El general, metro y skytrain funcionan bastante bien, son baratos y modernos. Eso sí, tienes que llevar siempre cambio para obtener el ticket en las máquinas o esperar en la taquilla para que te cambien. Hay bastantes estaciones por la zona más moderna y comercial de Bangkok.

El problema empieza si quieres ir a la ciudad antigua. Nuestro hotel estaba por allí, muy cerca del Palacio Real, y para llegar a la zona no hay línea de metro ni de skytrain que valga. Hay autobuses, eso es cierto, pero no los probamos porque, teniendo en cuenta el tráfico, creo que no son muy prácticos. También está el servicio de barco por el Chao Phraya, con varias paradas en el centro histórico, que está bien porque es un paseo agradable y muy barato, pero es bastante lento y en según qué horas, puede estar saturado. Total, que no queda otra que coger un taxi, pero eso sí, taxi no tuk tuk, no hagáis la "turistada" que es bastante más caro y los podréis coger mejor en otras ciudades.



Lo cierto es que el servicio de taxis en toda Tailandia es muy barato y se convierte en la mejor opción por las noches y para muchos otros trayectos. El problema es que, con todos mis respetos, algunos conductores son unos auténticos piratas.

Ya veníamos advertidos de que había que pedir siempre que te encendieran el taxímetro nada más subirte porque si no, te cobran lo que quieren, pero pensaba que la realidad iba a ser más fácil. Por las mañanas no hay mucho problema, es más fácil encontrar uno que esté dispuesto a poner el taxímetro en marcha, pero por las noches la cosa cambia.

Además, no esperes que te entiendan fácilmente porque saben lo justo de inglés. Lo mejor es llevar la dirección en thai de a dónde queremos ir y señalarlo en el mapa. Aun así, puede haber confusiones. Nuestra pronunciación del thai os la podéis imaginar, y cuando pedíamos que nos llevaran a la zona de Wat Pho, donde estaba nuestro hotel, la mayoría entendía otra cosa. Principalmente, entendían Pat Pong, el mercado nocturno de las falsificaciones y los shows. La primera vez nos llevaron allí y nos costó un cabreo hacernos entender. Total, que nos acabamos bajando y cogiendo otro taxi. Si a eso le sumamos que nos pillaron en la capital las recientes protestas contra el gobierno y que muchos taxistas no nos querían llevar por no meterse en la zona conflictiva, comprenderéis la odisea que nos suponía cada noche volver al hotel.



Alquilar una moto para moveros es otra opción pero, de nuevo, teniendo en cuenta la locura del tráfico y el poco aprecio que tienen por la vida algunos conductores, yo no me arriesgaría.

En resumen, si volviésemos a Bangkok, buscaríamos alojamiento por el centro, en una zona accesible por transporte público para ahorrarnos taxis, por muy baratos que sean y, sobre todo, momentos tensos y discusiones. 


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