Marruecos: la garganta del Todra

martes, 20 de noviembre de 2012

Dedicamos un día a esta zona y realmente mereció la pena. Desde Merzouga tardamos sólo unas horas en coche. Llegamos a Tiheghir (lo he visto escrito de mil maneras diferentes: Tinehir, Tinerhir...) que es la población más cercana y donde teníamos el alojamiento. Está en un inmenso valle con unas vistas impresionantes al palmeral y a las kasbahs abandonadas que quedan al fondo.


Es una zona bastante conocida y hay varias opciones de alojamiento. Nosotros elegimos la maison d'Hote Panorama porque conocíamos a gente que ya había estado.

Es un sitio bastante modesto, aunque con aspecto medianamente cuidado. Se podría definir como pintoresco.


Lo mejor de todo eran las vistas:


Nos dieron las mejores habitaciones, las que daban hacia el palmeral, las podéis ver en la web. El principal problema que tienen es la falta de intimidad, porque el baño está dentro separado con una cortinilla. El dueño es amable y atento, aunque mejor no hacerle caso cuando os dé recomendaciones de rutas para salir del pueblo hacia Meknés, pero eso es otra historia. Y, aparte de eso, la comida no está mal y el sitio es de lo mejor que se puede encontrar por allí.

La zona más espectacular de la garganta no queda lejos del pueblo, a escasos kilómetros. La carretera pasa por medio, así que se puede dejar el coche a un lado y pasear por allí contemplando las inmensas paredes de roca que originó el río Todra.



El tramo más bonito es el primero. Puedes seguir adelante, pero va abriéndose poco a poco y ya no es tan espectacular. Eso sí, la carretera empeora por momentos.

Desde Tinheghir se puede visitar también el inmenso palmeral. Hay que decir que gana desde lejos, por dentro ves que está bastante descuidado, pero hay tramos muy bonitos:



Hay muchos cultivos entre las palmeras, y la temperatura desciende unos cuantos grados en cuanto empiezas a adentrarte. Si lo atraviesas, llegas a una de las tres o cuatro kasbahs abandonadas que se ven enfrente:


La kasbah a la que fuimos no estaba lejos de la maison d'Hote, pero era un poco lioso llegar a través del palmeral. Estábamos dando vueltas cuando nos salió un guía espontáneo que nos llevó. Al principio no estábamos muy contentos con la idea, pero lo cierto es que no habríamos llegado sin su ayuda. Este procedimiento es bastante corriente. En Marruecos nunca te va a faltar un guía donde quiera que vayas. Que sea capaz de comunicarse contigo o que tenga más o menos información ya es cuestión de suerte. Eso sí, nada es gratis en este país, jajaja.



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2 comentarios:

Ni dijo...

¡Envidiaza! Pero mu sana :)

A-M dijo...

;)

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