Roma: el helado

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Iniciamos nuestras entradas retrospectivas. Pensando sobre qué escribir me he dado cuenta de la mala memoria que tengo. Se me olvida dónde hemos estado, cómo se llaman los pueblos, los hoteles, cómo fuimos de un sitio a otro... Total, que este blog nos va a venir bien también para fijar un poquito las cosas.

Roma la tenemos más reciente, fuimos hace un par de años la segunda vez. La primera vez fui yo, M, con dieciséis años de viaje de estudios; visitamos unas quince ciudades más de tres países distintos, así que todo está como en una nebulosa, jajaja.

Vamos a lo que vamos: el helado. No os descubro la pólvora si os digo que el helado en Italia es especialmente bueno. Partiendo de eso, os recomendaré unos cuantos sitios en Roma donde probar uno de los mejores.

El más clásico es Giolitti. Decían que era el helado favorito del papa Juan Pablo II. El local se conserva como hace décadas. Fue el primer sitio en el que nos comimos un helado en Roma, la primera noche que llegamos. Suele haber bastante gente, pero que no os asusten las colas, va rápido y merece la pena. Está muy cerca del Panteón, en la vía Uffici del Vicario, 40. ¡Parada obligatoria!


(Por cierto, disculpad la calidad de las fotos. Entre que en todas salimos nosotros y que por aquellos entonces teníamos cámara compacta y poca idea de fotografía...)

Antes dije parada obligatoria, pero esto es parada IMPRESCINDIBLE: la heladería Della Palma, situada en la Via della Maddalena, 20, también muy cerca del Panteón y de Giolitti. Hasta el día de hoy, es el mejor helado que hemos probado nunca (y creednos, hemos probado muchos). Hay más variedad de sabores que en Giolitti, que sólo tienen los clásicos. Lo que más me maravilló es que hay un mostrador entero de chocolate y sus variedades (con nueces, negro, con naranja, con avellanas, con menta... etc.). Me costaba elegir un sabor de otro sitio.

También tenían una especialidad que era una especie de helado de mousse, con la textura más ligera y no tan fríos (no recuerdo cómo se llamaban). Estaban buenos, pero eran mejores los helados de toda la vida.


Estuvimos una semana en Roma y creo que pudimos ir a la heladería Della Palma cuatro o cinco veces. Algún día hasta sustituímos la cena por un helado, pero no penséis que nos quedábamos con hambre, no; nos pedíamos tarrinas de cinco bolas. Al pedírmelas todas de chocolate en sus diferentes variedades, llegaba un momento en que no sabía cuál era cual, pero daba igual, todos estaban buenísimos. Recuerdo especialmente rico el de Kit Kat, que repetí varias veces.

También probamos el helado de una heladería situada muy cerca de la Fontana de Trevi, San Crispino. Dicen que es de los mejores, pero yo me sigo quedando con Della Palma. Nuestro consejo: probadlos todos y contestáis a esta entrada para dar vuestra opinión. Estemos de acuerdo o no, seguro que habréis disfrutado.

Para despedirnos, aquí os dejamos una web con datos prácticos sombre comer en Roma. Volveremos sobre este tema.

Imprimir

2 comentarios:

Ni dijo...

Jo, Della Palma me la perdí. Me planté en Giolitti, que estaban buenos, aunque menos de lo que esperaba.
Me apunto la recomendación para la próxima visita.
Y si hacéis un post sobre la pizza me viene muy bien también ;)

A-M dijo...

El de la pizza está en fase de maquinación. En breve!!

Publicar un comentario

Déjanos tu comentario. Gracias.