Luna de miel Polinesia-Costa Oeste: del Paraíso a la realidad. La Costa de Los Ángeles

miércoles, 10 de octubre de 2012

La última mañana en Bora Bora estuvimos en la playa y a mediodía nos recogieron en el hotel para llevarnos al aeropuerto. Menos mal que no vinieron a tocar el ukelele para despedirnos en el muelle, porque si no, me habría echado a llorar. Cogimos un vuelo de vuelta a Papeete, donde íbamos a estar unas horas para conocer la ciudad antes de tomar nuestro vuelo a Los Ángeles. La pena es que era domingo y había poco que hacer. La ciudad no es muy grande. Queríamos ir al mercado, pero estaba cerrado. Nos resignamos a pasear y esperar la puesta de sol en el puerto, menos mal que no nos defraudó.

Puesta de sol en Papeete

Después nos fuimos a cenar a las famosas roulottes. A partir de las 8 de la tarde o así empiezan a parar en el puerto de Pappete autocaravanas que son restaurantes de todo tipo. Montan sus mesas y comienzan a cocinar. Las hay de todo tipo, aunque abundan las de comida china, italina, japonesa y polinesia. Es muy curioso ver cómo tienen montadas auténticas cocinas ambulantes. Nosotros nos tomamos unas pizzas y poco después nos recogieron para ir al aeropuerto. Hasta siempre, Polinesia.

Llegamos por la mañana a Los Ángeles, donde habíamos alquilado un coche. Fuimos a recogerlo al rent a car y salimos hacia la costa. Toda una experiencia conducir por las calles de los Ángeles. La primera parada fue en Manhattan Beach. La estampa parecía salida de "Los vigilantes de la playa".


Esa noche teníamos el hotel en San Luis Obispo, así que fuimos por la carretera de la costa parando en muchos sitios.

La siguiente parada fue en Venice Beach. El ambiente es una pasada. Puedes encontrar cualquier cosa, empezando por las típicas rubias operadas patinando o paseando perritos. Todo está lleno de puestos, tiendas, artistas callejeros. El ambiente es realmente chulo.


Eso sin hablar de la famosa Muscle Beach, un gimnasio al aire libre lleno de petados flipados, jaja.


Después paramos en Santa Mónica. Estuvimos dando una vuelta por el muelle, el parque de atracciones y los puestos callejeros y nos comimos nuestra primera hamburguesa en el estado de California, jaja (que, siendo sinceros, tampoco fue para tirar cohetes). Luego fuimos al centro de compras a Third Street Promenade y nos resarcimos de la mediocre hamburguesa con un super batido en el Johnny Rockets, rememorando el de mil y pico calorías que nos tomamos en Nueva York el año anterior en South Street Seaport. Esta vez compartimos uno para los dos, no queríamos morir...

Ya tocaba salir para San Luis Obispo porque se hacía tarde y nos quedaba todavía un trecho. Pasamos por Malibú y luego nos metimos en el parque nacional Los Padres, en el que nos anocheció. Estuvimos todo el camino bromeando con encontrarnos un oso y, cuando ya casi íbamos a salir, nos tropezamos con un ciervo que apareció en medio de la nada. ¡Menudo susto! Sin más percances llegamos al motel de San Luis donde pillamos wifi por primera vez en todo el viaje. Tuvimos entretenimiento para rato contando a nuestros amigos y familia lo bien que lo habíamos pasado en Polinesia.

Intentamos no obstante no acostarnos muy tarde, después de pasar la noche anterior en el avión estábamos hechos polvo y de nuevo con jet lag.



0 comentarios:

Publicar un comentario

Déjanos tu comentario. Gracias.